A continuación dejamos la traducción que han hecho les compas de La Rebelión de las Palabras, de un texto aparecido en el blog Winter Oak en inglés y que nos ha parecido interesante para difundir:
Seamos claros en esto: el sistema existe.
Puedes llamarlo como más te guste, el Establishment, la Cosa, el Matrix o el Complejo Industrial-Carcelario-Militar-Propagandístico, pero existe.
Se ha convertido en tendencia en los años recientes que esto no es así, que lo que estamos viendo es simplemente un conjunto de relaciones económicas o interpersonales.
Pero es el sistema el que promueve, protege e impone todas las capas de dominación y de explotación que marcan nuestra vida cotidiana.
Es el sistema el que nos dice que tenemos que gastar nuestra mejor energía vital trabajando para él, solo por el derecho a comer y a existir en el mundo del que dice ser el dueño.
Es el sistema el que paga a sus matones a sueldo para apalearnos, intimidarnos, encerrarnos durante años si nos negamos a jugar con sus reglas.
Es el sistema el que mutila y asesina a seres humanos a una escala inimaginable por todo el mundo, todo por los intereses de sus beneficios y su poder, y que aun así siempre reclama la poltrona moral.
Es el sistema el que miente a través de sus dientes, con una sonrisa resbaladiza en su rostro, y que siempre es veloz en acusar de mentiroso a cualquiera que desafíe sus mentiras.
Es el sistema el que devora, envenena y destruye nuestro aire, nuestra agua, nuestra tierra y nuestros cuerpos.
Es el sistema el que trae la muerte y la extinción mientras dice traer crecimiento.
Es el sistema el que está siempre buscando nuevas maneras de monitorizarnos, de controlarnos, de infiltrarse en nuestras vidas, de dirigir nuestros pensamientos, de aplastar hasta las más ínfimas posibilidades de nuestra libertad y resistencia.
Es también el sistema, por supuesto, el que insiste en que el sistema no existe, que no deberíamos confundir los muchos árboles de su opresión y control con un bosque completo que podría ser considerado una entidad.
Dice que cualquiera que hable del sistema es necesariamente un tonto de mente simple que se imagina que el mundo está todo controlado en cada detalle por media docena de villanos de películas de James Bond sentados alrededor de una mesa de conferencias en un búnker subterráneo.
Dice que cualquiera que hable del sistema es un teórico de la conspiración que podría comenzar a escupir toda clase de sinsentidos desordenados, quizá antisemitas.
El sistema dice esto porque sabe muy bien que el resto de nosotres, les impotentes que tanto desprecia, nunca seremos capaces de desafiar eficazmente al sistema si ni siquiera sabemos que existe.
En este punto, y solo en este punto, nosotres estamos de acuerdo con el sistema. Identificar la existencia del sistema es el primer paso necesario para despejar el camino hacia un futuro que merezca la pena para la humanidad y para nuestro hogar planetario.
El segundo paso necesario es destruir este sistema en su totalidad.