La ciudad no es un escenario neutral, es un campo de juego de los intereses del Poder, de los intereses del capitalismo y el Estado. Y como todo proyecto vinculado al poder, sufre de transformaciones acorde a las necesidades del Estado y el capitalismo. Esta lógica a traviesa todos los procesos especulativos que los barrios están viviendo, como la gentrificación, la turistificación y otra serie de planes urbanísticos y de reordenación urbana.
Las consecuencias de estos procesos para lxs explotadxs y oprimidxs se materializan en la subida de los alquileres y de la vivienda en general, desahucios, el desplazamiento y la expulsión de sus habitantes, persecución a los espacios okupados y el aumento del control social, la videovigilancia y otras tecnologías al servicio de la represión. La única relación posible que contempla el poder es aquella mediada por el consumo, todo ello en un entorno perfectamente ordenado, vigilado y pacificado. La ciudad se convierte así de forma definitiva en una marca, ofrecida en venta al mejor postor. La “Smart City”, como se ha empezado a llamar, no es sino un modelo de ciudad basada en la obtención y almacenaje de datos, un paraíso del control social, todo ello adornado bajo un barniz de modernidad, como la gestión eficiente de las ciudades, el ecologismo y otras palabras impregnadas de las lógicas del capitalismo avanzado. Todo ello se justifica a través de la degradación interesada de los barrios y el bombo mediático a la delincuencia y el crimen.
Este discurso es ampliado, desarrollado y difundido por los altavoces del sistema. Periodistas, políticos y policías actúan como agentes al servicio de estros procesos, del que empresas, inmobiliarias y bancos obtienen beneficios millonarios a través de la especulación. Estado y capitalismo operan una vez más en perfecta armonía y concordancia.
Por ello hacemos un llamamiento a esta semana de agitación y propaganda, en todo el Estado español, del 17 al 24 de febrero contra la gentrificación, la especulación capitalista y en defensa de la okupación. Siendo esta última una herramienta de lucha y ataque a los intereses del Poder. Esta semana de lucha es un intento de agudizar el conflicto, a través de la libre iniciativa, autónoma y multiforme de todxs aquel que quiera sumarse. La acción directa, al margen de mediaciones, políticos e instituciones es nuestra herramienta de lucha, no para hacer una ciudad mejor (no queremos mejorar esta mierda), sino poner trabas a los planes del Poder sobre nuestros barrios y nuestra realidad.
Extraido de: contramadriz.espivblogs.net