[Actualizado] Huelga de alquileres desde el 1 de Abril.

El día de ayer, 1 de Abril había convocada a nivel internacional una huelga de alquileres por la nueva vuelta de tuerca de precarización, explotación y autoritarismo que el sistema está desarrollando con la excusa de la pandemia del Covid-19.

A nivel estatal, desde hace ya muchos días, unos pocos colectivos, asambleas, individualidades coordinadas y sindicatos de inquilinas dieron un paso adelante y empezaron a darle forma a la convocatoria en el estado español. Tuvieron que aguantar, para no variar, los intentos de paralización y domesticación. Pero resistieron.

Hasta donde sabemos por aquí no se ha formado ningún grupo de apoyo a la huelga ni hay sindicatos de inquilinas pero sí que se está moviendo información.

Nos ofrecemos para poder mover dicha información, como también dudas que puedan surgir o noticias y denuncias y poner en contacto a huelguistas con grupos que puedan asesorar.

Iremos actualizando esta noticia y subiendo más información pero vamos a empezar compartiendo la información que hemos recibido al mail por parte del grupo Huelga Vivienda Madrid (gracias!) y la que las compas del sindicato de inquilinas tienen en su blog.

 

 

 

Panfleto en PDF sobre la huelga listo para descargar y compartir:

Panfleto Huelga Alquiler

 

Manifiesto en PDF listo para descargar y compartir:

MANIFIESTO HUELGA

 

De las compas del Sindicato de Inquilinas de Gran Canaria sacamos estos dos modelos de burofax y las enlazamos y animamos a visitar su blog, con mucha más info.

Burofax persona física

Burofax persona jurídica

Blog:

https://sindicatodeinquilinasgc.noblogs.org/

 

[Actualización 30/04/2020]

La gente de Huelga de Vivienda Madrid nos ha enviado al correo nos ha enviado esto:

Queríamos informaros y proponeros una campaña para iniciar los próximos días, pensada para iniciarse el 1 de mayo.

A medida avanza la huelga de vivienda, las presiones por parte de los
propietarios y las inmobiliarias a los inquilinos huelguistas y sus
redes de apoyo están aumentando.
Se repiten las llamadas, amenazas de procesos de huelga, etc por parte de los propietarios.

Queremos devolverles esta presión. La idea es recopilar la información de contacto de propietarios e inmobiliarias para hacerla pública por las redes y que la gente, inquilinos, huelguistas y redes de apoyo puedan establecer medidas de presión mediante comunicaciones por teléfono, faxes, correos electrónicos y demás.

Estos son los dos modelos de texto:

 

Por otro lado, lxs compañerxs del Sindicato de Inquilinas de Gran Canaria han sacado esta pedazo de Guía Legal.

[…]La Comisión Jurídica del Sindicato de Inquilinas de Gran Canaria, en un esfuerzo descomunal y sin precedentes, ha ido compilando las dudas más frecuentes, la principal jurisprudencia al respecto, toda la información actualizada del último RD 11/2020, y ha elaborado un potente dossier que trata de servir de guía para que las huelguistas, y en general cualquier inquilina, pueda estar informada sobre las consecuencias legales de la huelga y en general sobre sus derechos como arrendataria.

Guía legal para la Huelga de Alquilieres. Preguntas frecuentes.

 

 

¡No cobramos, no pagamos!

[Madrid] cuarentena city: nueva publicación anarquista.

Compartimos con todxs el primer artículo a modo de introducción de esta nueva publicación gestada en tiempos de cuarentena y por la guerra social.

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Sale a la luz el primer número de una nueva publicación anarquista en
Madrid, en tiempos de Estado de Alarma, por la extensión de la guerra
social.

Contenido:

-Hacia aguas desconocidas
-Que vuelvan las huelasgas. Que proliferen las okupaciones. Que lleguen los saqueos
-Sobre el ataque a nuestros lazos
-Crónica de motines, fugas y sucesos en las cárceles y CIES a causa de la crisis del coronavirus
-¿Volver a dónde? ¿Volver a qué?

Hacia aguas desconocidas

Llevamos más de una semana en estado de emergencia. La capacidad destructiva del virus no es algo ya cuestionable. Pero nos gustaría hacer unos apuntes sobre sus consecuencias no clínicas y sobres sus orígenes.
Si el COVID-19 surgió por un murciélago o por un intento estadounidense, que se ha ido de las manos, de deshabilitar la economía china, nos parece poco relevante ahora. Este virus, como otros anteriores en la historia que masacraron poblaciones enteras en la Amazonía, Mesoamérica,
África y Oceanía, es un fenómeno biológico. Pero el contexto donde nace, la forma en que se propaga y la gestión de este son cuestiones sociales.
Este virus es el resultado de un sistema que mercantiliza cada proceso, objeto, relación o ser vivo en la tierra. Extendido rápidamente por la macroconcentración de mano de obra y corpus consumista de las ciudades, que se alimenta de la agroindustria y la ganadería intensiva. Un flujo constante de bienes humanos (5.000 millones de personas vuelan anualmente alrededor del planeta) a velocidades frenéticas, reflejados en 200 caracteres y 5000 likes.
Es precisamente este empeño en artificializar todo, hasta nuestras
emociones, basando todo en el beneficio, viendo el mundo a través de una pantalla, dejando que nuestra mente sea colonizada por la “eficacia”, lo que nos ha llevado a una pérdida paulatina de lo “humano”, de lo “vivo”.
Facilitando que medidas tan extremas, en las que solo hay dos motivos para salir de casa (trabajar y consumir) hayan entrado de una manera no exageradamente traumática. A la vez que se nos plantea como vía de escape las mismas dinámicas tecnófilas que nos han conducido al desastre. Si a esto le añadimos el miedo, el gobierno del miedo, terminamos perdiendo el norte y reinterpretando conceptos como el de responsabilidad o solidaridad.

Serás tildadx de irresponsable, por ejemplo, si no te sometes al arresto domiciliario voluntario. Menuda perversión del significado, que no es otro, en realidad, que el abrazo entre el corazón y la cabeza, entre el análisis, la decisión y la acción. Con ese grito de “inconsciente”, como poco, que recibirás desde la ventana si vas, por ejemplo, de la mano con tu compañerx por la calle, se te está gritando, en realidad, “¡obedece la norma!”. De la misma manera sucede con las llamadas a la solidaridad que son traducidas por servidumbre voluntaria colectiva cuando se convierten en un acrítico #yomequedoencasa.

¿Qué pasa con las cientos de personas que se acumulan en Atocha y y Chamartín entre 6.30 y 8.30 de la mañana? ¿Por qué no se han paralizado las obras de construcción de edificios en una ciudad que tiene un excedente desorbitado de viviendas? ¿Las personas hacinadas en IFEMA no son personas? ¿Es desquiciante estar una semana encerrada? ¿y pasar 5, 10, 15, 30 años y que ahora no puedas recibir ni una visita, ni un vis a vis y en muchos casos las llamadas y el correo absolutamente restringido? Por citar solo algunos hirientes ejemplos.

Para las personas que no tienen hogar ya no es posible una anónima
supervivencia, ya no pueden pasar desapercibidas cuando la jungla de
cristal se ha convertido en un desierto de hormigón. Son, más si cabe
que antes, personas prohibidas. Que en el mejor de los casos serán
pastoreadas hacia rediles como IFEMA. También se ha desatado la, ya de por sí exacerbada, impunidad policial contra lxs otrxs prohibidxs, lxs que no pueden acreditar mediante escritos burocráticos que son personas con “plenos derechos”, o que sus rasgos o color de piel inducen a los torturadores uniformados a pensar que no. (La prensa mayoritaria acredita numerosos casos de agresiones policiales en Lavapiés, Centro y otras ciudades). Porque una pandemia sigue siendo una cuestión de clase, de privilegio, de muertes no tan aleatorias.

No se nos ha otorgado el poder del augurio como a Casandra, pero sí, en cambio, la maldición de Apolo. Es decir, no tenemos la certeza de que estos pronósticos se cumplan (aunque hay evidencias inequívocas de hacia donde apunta el poder y muestras, ya fehacientes, de este tipo de medidas), sin embargo, nos tememos que difícilmente seremos escuchadxs.
Creemos que todas estas medidas de control se volverán permanentes, como ya ocurrió con las leyes antiterroristas tras el 11S, o recurrentes; que no nos extrañe que en el futuro seamos nuevamente llamadxs al confinamiento en circunstancias como tempestades, huracanes y todo tipo de crisis climáticas, que por seguro llegarán, o nuevas y viejas epidemias que volverán a llamar a nuestra puerta. Rastreo de movimiento por teléfono, controles biométricos y de temperatura, limitaciones de movimiento en función de estos… son una realidad ya y han venido para quedarse. A esto habría que sumar la precarización generalizada de la vida que vendrá a medio plazo, la socialización de la pobreza…

Llegados a este punto queremos compartir la idea de que el presente, o el pasado más bien, el mundo tal y como lo conocemos: basado en la dominación, con sus estructuras perpetuadoras de miseria, su ortodoxia, su afán liberticida… no nos vale. Y de ninguna manera queremos volver a él.

Empecemos a intentarlo. Teniendo en cuenta que hay gente que no nos gustaría infectar, rompamos el aislamiento. Actuemos, si es necesario, a nivel individual. En esta realidad incluso golpeando a ciegas es muy fácil acertar. Comuniquémonos, hablemos, circulemos información y seamos críticxs, forcemos los toques de queda, mapeemos el control (dónde y cuándo se patrulla, que espacios han quedado vetados, dónde habiendo abastecimiento…). Fomentemos las huelgas y el cierre de empresas. No queremos una gestión de la crisis. Queremos experimentar, chocar, luchar, conflictuar…
Esforcémonos por incidir en un presente aunque cuando levantemos la vista no veamos el horizonte. Quizá precisamente aquí se encuentre la clave, dejemos atrás verdades, convicciones y seguridades, naveguemos con pasión por la aventura hacia aguas desconocidas, hacia amaneceres de libertad y revuelta.

 

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MADRID CUARENTENA DEFINITVO.cleaned